La intención de Finlandia de entrar a la OTAN ha traído un nuevo matiz al conflicto presente entre Rusia y Ucrania. No es nada complicado pensar la importancia de la frontera entre Rusia y Finlandia en este contexto de sanciones políticas y económicas.
¿Por qué es tan importante la frontera entre Rusia y Finlandia?
Rusia y Finlandia tienen una larga historia de relaciones que se remontan al 1800 durante la época de Napoleón cuando se separó Rusia y Finlandia tras la abdicación del zar ruso en 1917con el nacimiento de Finlandia como la conocemos actualmente apoyada por el gobierno ruso bolchevique.
Rusia y Finlandia tuvieron varios conflictos durante la Primera Guerra Mundial tras la caída del imperio ruso aprovechando para independizarse, lo cual fue aceptado por la Unión Soviética de Repúblicas Socialistas o URSS.
Pero en 1939 la URSS invadía Finlandia durante la Segunda Guerra Mundial, luchando ambas naciones en la Guerra de Invierno y Guerra de Continuación.
Durante la Guerra Fría, se apaciguaron los conflictos entre ambos países en pos de encontrar un término medio que favorezca a ambas partes.
Relaciones después de las Guerras Mundiales
En el período postsoviético, la diáspora de habla rusa (rusa en Finlandia) aumentó significativamente en el país, llegando a 50,000 personas en 2007 (alrededor del 1% de la población del país). Además, más de tres millones de ciudadanos de Rusia (de acuerdo con los datos de principios de 2013) hacen visitas anuales (principalmente turísticas, así como económicas) a través de la frontera ruso-finlandesa
El 20 de enero de 1992, Rusia y Finlandia firmaron un tratado para establecer las relaciones entre ambos países que aún está en vigor.
El 2 de marzo de 2014 Finlandia se expedía con respecto a la crisis de Crimea, señalando el presidente de Finlandia Sauli Niinisto que «las acciones de Rusia en Ucrania parecen ser contrarias al derecho internacional». No obstante, se instó a mantener un diálogo entre la Unión Europea y Rusia.
¿Cómo es la relación actual entre Rusia y Finlandia?
Las relaciones actuales entre Rusia y Finlandia tienen un carácter de cooperación económica.
Finlandia importa una gran cantidad de bienes y artículos de primera necesidad, como combustible, de Rusia. Rusia importa una gran cantidad de productos finlandeses, como productos de madera, y servicios, como la tecnología de las comunicaciones.
Rusia tiene una embajada en Helsinki, un consulado general en Turku y consulados en Lappeenranta y Mariehamn. Finlandia tiene embajada en Moscú, un consulado general en San Petersburgo y dos ramas del consulado (en Murmansk y Petrozavodsk).
Las exportaciones a Rusia representan un 5.25% (2018; más de 4.000 millones de dólares). Creo que el ejemplo más popular es el del queso Oltermanni. Hubo un episodio curioso cuando no se pudo transportar estas unidades hasta Rusia y se acabaron vendiendo en Finlandia. La gente los bautizó como el queso de Putin.
Efectos del intento de Finlandia de ingreso a la OTAN
Las relaciones entre Rusia y Finlandia han entrado en tensión con la decisión del segundo de entrar en la OTAN.
El intento adhesión de Finlandia a la OTAN por parte de Rusia no es bien vista, por ello han decidido salir del Consejo de Estados del Mar Báltico al considerar que los países occidentales han monopolizado esta instancia para sus objetivos coyunturales en perjuicio a Rusia.
Este consejo con sede en Estocolmo fue creado por iniciativa de Dinamarca y Alemania al final de la Guerra Fría para promover la estabilidad y seguridad en la región, sin olvidar la cooperación económica.
Por lo que no es raro que la OTAN busque agregar a su grupo todos aquellos países que tienen algún tipo de relación con Rusia.
«Consideramos que la presencia de nuestro país en el CBSS es inoportuna y contraproductiva», escribió la diplomacia rusa.
La excusa de ambas naciones para unirse a la OTAN es tras el inicio del conflicto con Ucrania.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha mostrado su negativa al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN, ya que no es favorable. Incluso, el pasado lunes se refirió a Suecia como un “criadero de organizaciones terroristas”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la decisión de Finlandia y Suecia de unirse a la alianza no amenazaba a Moscú directamente, pero enfatizó que cualquier expansión de la infraestructura militar provocaría una respuesta del Kremlin.
Lo cierto es que los avances de la OTAN hacia países limítrofes con la frontera rusa poco tienen que ver con encontrar una solución al conflicto ruso ucraniano, sino aumentar las tensiones y expandirlas.