Los cocos o bonos convertibles son un instrumento financiero que se utiliza en el sector bancario con la finalidad de que se conviertan en acciones.
¿Qué son los cocos o bonos convertibles?
Seguramente habréis escuchado acerca de los cocos o bonos convertibles, sobre todo cuando un banco está en apuros. Este tipo de vehículo financiero tiene la finalidad de convertirse en una acción si el banco se enfrenta a algún problema. Estos problemas pueden ser una disminución de su capitalización o en su ratios de solvencia.
Este es un vehículo financiero hibrido, ya que combina características de los bonos y acciones. Siendo de gran utilidad para aquellos inversores que asumen mucho riesgo.
¿Cómo funcionan los cocos?
Los cocos funcionan de la siguiente manera:
- El banco los emite y vende a los inversores
- Tienen tasa de interés fija o variable
- Ante una situación adversa estos se convierten automáticamente en acciones para fortalecer la capitalización en el mercado
- A partir de ese momento el inversores posee acciones de la firma, anulando el pago de intereses
- Cuando el banco resuelve sus problemas estos vuelven automáticamente a convertirse en bonos con el pago de intereses correspondiente
¿Cuáles son las diferencias con respecto a los bonos tradicionales?
Los cocos se diferencian de los bonos tradicionales debido a los siguientes aspectos:
- Los bonos tradicionales no pueden convertirse en acciones
- Los bonos convertibles ofrecen una mayor rentabilidad, pero con mayor riesgo
- La tasa de interés es más alta en los convertibles que en los tradicionales
- Los bonos convertibles son más complejos que los tradicionales, por lo que no es recomendable para inversores inexpertos
¿Cuáles son sus riesgos?
Entre los riesgos de los cocos podemos señalar:
- La conversión implica una caída en su rentabilidad, ya que la acción podría valer menos
- Son difíciles de valorar debido a su estructura híbrida, términos y condiciones
- Pueden verse afectados por condiciones externas como la situación económica o del mercado
- Pueden ser menos líquidos, lo que hace que sean más difíciles de vender