Si eres asiduo en los mercados financieros seguramente habrás oído sobre los futuros y CFDs. ¿Pero con cuál operar?
¿Por qué operar con futuros o CFDs?
Los mercados financieros ofrecen un sin número de vehículos financieros, entre ellos tenéis a los futuros o CFDs. Unos son utilizados por inversores expertos, mientras los segundos suelen ser utilizados por los novatos a través de brókers. ¿Pero con cuál operar?
¿Qué son los futuros?
Los futuros son contratos que se acuerdan entre un comprador y vendedor para comprar o vender una materia prima en una determinada fecha y a un valor pre fijado. Una vez llegada la fecha de vencimiento el comprador o vendedor ejecuta la orden. Pudiendo ser entregado de forma física o en efectivo.
Los contratos están estandarizados en calidad, cantidad y fechas de liquidación determinado por un código que se forma de la siguiente manera:
- Los dos primeros caracteres identifican el producto
- El tercero identifica el mes
- Los dos últimos identifican el año
¿Qué son los CFDs?
Los CFDs o Contratos Por Diferencia son derivados financieros con los cuales un inversor puede especular sobre el alza o la baja de un activo. Fueron desarrollados a principios de los 90 por dos banqueros de inversión en UBS Warburg.
Al igual que los futuros, estos contratos cuentan con dos partes, un comprador y vendedor. Ambas partes estipulan que el vendedor pagará al comprador la diferencia entre el valor de apertura y el valor del cierre del contrato.
Este, a diferencia de los futuros, no tiene fecha de vencimiento.
¿Cuáles son las diferencias de futuros o CFDs?
Las diferencias entre futuros y CFDs son las siguientes:
- La cercanía del vencimiento de los contratos de futuros erosiona su valor
- El mercado de futuros tiene una cantidad limitada de opciones, al contrario de los CFDs
¿Cuáles son las similitudes?
Los futuros o CFDs comparten las siguientes características:
- En ninguno de los dos casos tienes la propiedad del producto
- Puedes operar en largo y corto